Aportaciones

Entré en casa y lo único que se escuchaba era una voz acompañando a una guitarra. Eran acordes y me gustaron porque me hicieron salir de este mundo. Me pararon en el tiempo y me ayudaron a olvidar por no sé cuántas horas que vivía en este planeta. Aquellos acordes me abstrajeron de la rutina. Aquellos acordes me sonrieron. Aquellos acordes hicieron latir con más fuerza mi corazón. Aquellos acordes cerraron mis ojos y me llevaron a otra parte. Aquellos acordes hicieron que sólo se oyeran las cuerdas vibrar. Ni autobuses, ni coches, ni truenos, ni gritos, ni portazos. Acordes. Fuera llovía con fuerza pero no nos importaba. Los dos sabíamos que llueve en los momentos importantes y aquél lo estaba siendo. Se llevó mis fuerzas a otra parte. Ese momento me debilitó por un tiempo. Desconectó mi fuente de energía para volver a ponerla con más intensidad. Aquellos acordes los tocaba un amigo. Me senté a su lado y él continuó el espectáculo como si no hubiera pasado nada.

Un folio. Un folio en blanco. Un folio en blanco delante de ti. Enfrentarte a un folio en blanco delante de ti. Enfrentarte y ganarle la batalla a un folio en blanco delante de ti. No sé si alguna vez lo has intentado pero, seguramente, saldría algo bueno. Seguro que muchas veces has intentado escribir con el simple objetivo de ordenarte la cabeza o porque querías hacer la lista de las cosas que se te pasaban por la cabeza en ese instante. Estoy convencido de que si la gente escribiera cada día 5 minutos, algo en su vida cambiaría. Además, no serían 5 minutos... Te darías cuenta de que algo va mal. o, por el contrario, nos contarías lo bien que te sale aquello de lo que nunca hablaste. Tú mismo te propondrías cambiar eso que hace que no estés bien. De esos 5 minutos saldrían más cosas aplicables a tu vida que en 10 siglos de meditación contemplativa. Te digo más: creo que la gente ni escribe ni piensa ni razona ni habla ni debate porque está fuertemente convencida de que nadie, a

Porque hemos encontrado nuestro sitio. Porque sabemos que lo que hagamos en el presente nos sirve para superar y aprender del pasado y para preparar ese futuro tan apasionante. Porque nuestros resultados son día a día, mejor, minuto a minuto. Porque tenemos amigos que sabemos que no nos van a fallar. Porque sonreímos, sonreímos y sonreímos. Porque cuando estudiamos, estudiamos. Porque cuando hacemos deporte, hacemos deporte. Hacemos lo que debemos y estamos en lo que hacemos. Porque sabemos lo que es real y nos han enseñado a valorarlo. Porque estos años son sólo el principio de una vida brutal. Porque la formación no es para nosotros sino para los demás. Porque semana tras semana nos superamos. Porque aprendemos a gestionar los bajones y a aprovechar los subidones . Porque nos encanta lo que estudiamos. Porque tenemos más proyectos que recuerdos. Porque trabajaremos en lo que nos apasione. Porque apareceremos en las portadas de los periódicos. Porque sabemos que vamos a ca