El verdadero cambio descrito en 2:08

Hola, mi nombre es Javi Martí, hoy es mi cumpleaños. Como cada año, me preguntáis qué se siente y yo os respondo que nada en especial. De todas formas, sé que no es del todo cierto; hoy soy distinto que hace un año. Ha habido un cambio que vosotros y yo hemos notado: del Javi Martí al sonriente Javi Martí.

Aunque os guste bromear con esto, a mí sigue sin hacerme ninguna gracia. Y la diferencia se hace patente cuando mi respuesta es, cómo no, una sonrisa.

De ayer a hoy lo único que ha pasado es una noche. Lo que realmente me ha hecho cambiar en estos 365 días y los anteriores es darme cuenta del cúmulo de bofetadas encadenadas que me han hecho despertar.

No, no sonrío por mí mismo, no es amor propio ni vanidad. Si fuera así, lo hubiera dejado hace mucho; lo hago por vosotros, por todos y así por cada uno. Porque en este tiempo me he dado cuenta de que puedo ser la imagen del que lo dio todo por mí, incluyendo meras sonrisas que cambiaron vidas. 

Una sonrisa, un gesto y todos los significados que yo quiera darle; desde la reacción a un comentario gracioso hasta transmitir ternura y empatía a alguien que creía estar solo y me necesitaba.

Dicen que la mirada es el espejo del alma. En estos meses las circunstancias son prácticamente idénticas que las de hace un año. Hoy soy el mismo tío que piensa y siente pero ahora, además, se atreve a querer de verdad. Tuve la suerte de nacer a menos de una semana de Navidad. También soy un recién nacido y he aprendido a balbucear una palabra diciéndola conscientemente: gracias. Gracias a mi familia, siempre los primeros. Y gracias, aunque me cueste, a todos mis hermanos en Pamplona. 

Para terminar, espero que os acordéis de mí estos días. Nos vemos a la vuelta chicos, que lo único que hemos hecho ha sido empezar. Un abrazo y muchas gracias.

Javi

Lo recibí en una nota de voz de 2 minutos y 8 segundos el día 19 de diciembre, el día que cumplí 20 años. Gracias amigo, no hemos hecho más que empezar.